Anatoly Yurevych Moskvin es un académico y lingüista de 50 años de edad. Nacido en Rusia, desde su juventud mostró razgos de ser un genio total; domina el ruso, alemán, español, japonés y latín; además de tener una memoria envidiable capaz de recordar biografías casi de memoria y todo tipo de datos históricos, por más insignificantes que parezcan.
Luego de su graduación, Moskvin se hizo conocido en los círculos intelectuales de la región por su interés en la cultura celta, los cementerios, los rituales de entierro, la muerte y lo sobrenatural.
En 2011, siguiendo una investigación de profanación de tumbas y robo de cuerpos, la policía rusa allanó su casa. Investigadores del Centro para el Combate del Extremismo se encontraron con una escena extraña al entrar en su hogar. Se trataba de 26 muñecas de diferentes tamaños vestidas con ropa de niña y joven, estaban acomodadas por toda la casa como si de cualquier ser humano se tratara. entre libros, papeles y desorden en general. La policía sospechaba lo peor, rápidamente lo confirmaron.
Las que parecían ser muñecas de tamaño real no eran sino cuerpos momificados por Moskvin. A lo largo de diez años, y en medio de sus trabajos e investigaciones en los cementerios, el lingüista ruso había robado cadáveres de niñas y jóvenes recién fallecidas para llevarlas a su casa; ahí, basándose en distintas técnicas antiguas, las trataba para evitar su descomposición. Luego de algunas semanas, cuando el proceso estaba terminado, las vestía, pintaba y les ponía máscaras de cera y pelucas; luego las acomodaba por toda la casa. Hablaba con ellas todos los días, les cantaba, veía dibujos animados junto a ellas, e incluso les preparaba fiestas de cumpleaños.
Moskvin fue acusado de profanar tumbas y cuerpos; sin embargo, una evaluación psiquiátrica determinó que sufría de esquizofrenia paranoide y que no podía tener ninguna responsabilidad criminal. En cambio, fue sentenciado a "medidas médicas coercitivas" y fue ingresado en una institución psiquiátrica.
Contrario a lo que se pensaba en un inicio, y que muchas personas podrías pensar, la motivación de Moskvin no fue jamás de carácter sexual. Él decía sentir simpatía por los muertos y saber que cometía un crimen; pero pensaba que debía encontrar la manera de mantener intactos los cuerpos hasta encontrar una forma de regresarlos a la vida ya que cuando lo lograra los niños no estarían felices de descubrir sus cuerpos deteriorados y feos. Sentía que los estaba rescatando y que hacerlo era más importante que respetar la ley.
Lo motivaba también el deseo de ser padre, especialmente de una pequeña. En un punto él trató de adoptar pero, debido a no contar con los ingresos económicos suficientes, su solicitud le fue negada.
Anatoly en una entrevista explicó que cuando era pequeño perdió a su mejor amiga y en su funeral lo obligaron a besar el cuerpo y desde ese momento nuca más fue el mismo.
Hoy, luego de 6 años de su detención, Moskvin permanece recluido en un centro psiquiátrico en donde es tratado por especialistas; se le sigue considerando como "no mentalmente apto para un juicio". Pero gracias a la policía, este hombre esta fuera de las calles... La historia de Anatoly es conocida por todo el mundo como el Señor de las Muñecas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario