Dejando un corazón roto donde antes había un corazón que sólo veía a través de sus ojos.
Dejando un alma que sangra con cada letra que escribe para desahogar su dolor.
Llorando en silencio cada vez que el pensamiento la traiciona y le trae recuerdos de aquel amor... de ese amor que a él se le murió, pero que ella aún guarda en su corazón...
Pobre idiota, que aún en su desesperación, espera en su derrota, que suene para ella esa dulce vibración que significaría que él vuelve, para decirle que todo fue un error, y que vuelve a ser su amor.
Abrahel
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