Mis Guerrer@s os deseo lo mejor para este nuevo año que entra, que sigamos tod@s juntos y con much@s más que espero lleguen en el nuevo año a mi Infierno.
Portaos mal, pasadlo bien, eliminad las evidencias y... ¡Negadlo todo!
¡¡¡FELIZ AÑO NUEVO A TOD@S!!!
BIENVENIDOS A MI MUNDO Aquí encontraréis escritos tanto míos como otros que encuentre interesantes y quiera compartir con vosotros, leyendas, frases, imágenes... Espero que os guste mi Infierno...
sábado, 31 de diciembre de 2016
viernes, 30 de diciembre de 2016
Experimentos llevados a cabo por el Coronel Alberto de Rochas
Todo lo que se refiere a la psicología interesa a los estudiosos de la filosofía, por lo que no es raro que entre los investigadores de los fenómenos hipnóticos haya tantos filósofos y médicos.
En 1887, Alberto de Rochas publicó una obra consagrada a los dedicados a investigar los hechos más oscuros del hipnotismo, como la polaridad humana, o sea la imantación existente entre dos seres mediante, particularmente, la sincronización de sus ondas cerebrales.
El coronel Rochas, en su estudio, llegó a la conclusión de que podía determinar la existencia de estados hipnóticos profundos en los que se revelaban fenómenos ya citados por los magnetizadores antiguos, pero negados por casi todos los médicos dedicados a estudiar el hipnotismo.
Y es el magnetismo, precisamente, lo que puede explicar gran parte de los casos de brujería existentes en el mundo.
Hay que tener en cuenta que el embrujamiento consiste en envenenar el cuerpo astral de un individuo por el odio de otro. Una especie de embrujamiento es hablar mal de una persona ausente, o tratar de causarle algún mal. Es asimismo un embrujamiento mental desear que a cierta persona le ocurra algo desagradable.
También existe un embrujamiento consciente practicado con el objetivo de causar daños o perjuicios, a veces incluso la muerte a otra persona. Entonces, el brujo exterioriza su odio, que dirige hacia la víctima en efluvios envenenados.
Pero cuando obra así un ser malvado, ignora que atrae sobre si los grandes influjos maléficos de Satanás.
El objetivo de la brujería (nos referimos a la brujería de sentido negativo) es rodear a los seres dichosos de infelicidades terrestres, mediante el odio concentrado y las corrientes astrales. Sin embargo, estas acciones de los brujos pierden casi siempre su fuerza satánica.
La persona honrada, sencilla, amante de la paz y la bondad poco tiene que temer de los malvados brujos ni de sus maléficas artes.
Pero en el caso de un individuo excesivamente débil, propenso a caer bajo un embrujamiento malvado, ¿cómo es posible luchar contra el mismo?
Existen tres fases para ello:
En 1887, Alberto de Rochas publicó una obra consagrada a los dedicados a investigar los hechos más oscuros del hipnotismo, como la polaridad humana, o sea la imantación existente entre dos seres mediante, particularmente, la sincronización de sus ondas cerebrales.
El coronel Rochas, en su estudio, llegó a la conclusión de que podía determinar la existencia de estados hipnóticos profundos en los que se revelaban fenómenos ya citados por los magnetizadores antiguos, pero negados por casi todos los médicos dedicados a estudiar el hipnotismo.
Y es el magnetismo, precisamente, lo que puede explicar gran parte de los casos de brujería existentes en el mundo.
Hay que tener en cuenta que el embrujamiento consiste en envenenar el cuerpo astral de un individuo por el odio de otro. Una especie de embrujamiento es hablar mal de una persona ausente, o tratar de causarle algún mal. Es asimismo un embrujamiento mental desear que a cierta persona le ocurra algo desagradable.
También existe un embrujamiento consciente practicado con el objetivo de causar daños o perjuicios, a veces incluso la muerte a otra persona. Entonces, el brujo exterioriza su odio, que dirige hacia la víctima en efluvios envenenados.
Pero cuando obra así un ser malvado, ignora que atrae sobre si los grandes influjos maléficos de Satanás.
El objetivo de la brujería (nos referimos a la brujería de sentido negativo) es rodear a los seres dichosos de infelicidades terrestres, mediante el odio concentrado y las corrientes astrales. Sin embargo, estas acciones de los brujos pierden casi siempre su fuerza satánica.
La persona honrada, sencilla, amante de la paz y la bondad poco tiene que temer de los malvados brujos ni de sus maléficas artes.
Pero en el caso de un individuo excesivamente débil, propenso a caer bajo un embrujamiento malvado, ¿cómo es posible luchar contra el mismo?
Existen tres fases para ello:
- Primero: sanear la mentalidad.
- Segundo: aumentar las potencias espirituales y,
- Tercero: poner en movimiento las fuerzas astrales que circundan a todos los seres humanos.
jueves, 29 de diciembre de 2016
¿Y usted qué opinaría?
¿Y usted qué opinaría?
Si la invito a las estrellas,
si le robo una sonrisa
y la escondo dentro de ellas.
¿Usted que pensaría?
Si le digo que me encanta,
que me pierde su mirada,
su existir mis días nublados abrillanta.
¿Usted aceptaría?
Si la llevo a un viaje largo,
nos fugamos al ocaso,
y en el mar nos refugiamos,
nos perdemos en el tiempo,
y en el sol nos refugiamos.
Dígame, ¿usted accedería?
A jugar entre las nubes,
a pintar de azul el cielo
y caminar entre luceros,
apagando las entrellas
con su brillo y sus destellos.
Si la invito a las estrellas,
si le robo una sonrisa
y la escondo dentro de ellas.
¿Usted que pensaría?
Si le digo que me encanta,
que me pierde su mirada,
su existir mis días nublados abrillanta.
¿Usted aceptaría?
Si la llevo a un viaje largo,
nos fugamos al ocaso,
y en el mar nos refugiamos,
nos perdemos en el tiempo,
y en el sol nos refugiamos.
Dígame, ¿usted accedería?
A jugar entre las nubes,
a pintar de azul el cielo
y caminar entre luceros,
apagando las entrellas
con su brillo y sus destellos.
Aaron p.
miércoles, 28 de diciembre de 2016
Hadas
Es evidente, para qué nos vamos a engañar, que la mayoría de la gente adulta no cree en las hadas. Y cabe hacernos una pregunta aparentemente pueril: ¿por qué?
Muchos autores que han tocado este tema de las hadas y del resto de la Gente Menuda, tanto en
España como fuera de ella, han tergiversado un asunto que ya de por sí estaba bastante enmarañado.
Ciertos videntes, psíquicos, esotéricos, folcloristas e investigadores superficiales del fenómeno, han tenido la oportunidad de estudiar e incluso «ver» (con esa segunda visión de la que nos hablaba Robert Kirk) a estos «espíritus de la naturaleza», y los han descrito muy frecuentemente de una manera que nada tiene que ver con la más pura realidad. Es decir, han descrito a estos seres —muchas veces por ignorancia— como si fueran de este plano físico y tangible, intentando explicarlos y comentarlos desde un punto de vista estrictamente humano. Para ello han tenido que encuadrar forzosamente en tan sólo tres dimensiones a unos seres adimensionales, que viven y se desarrollan en un plano astral y etérico.
Por estas razones, y por otras meramente fantasiosas, el descrédito sobre estos seres ha ido en
constante aumento, pues las contradicciones e imprecisiones a la hora de analizarlos y describirlos eran tantas y tan evidentes que era muy lógico que se dibujara en nuestros labios una sonrisita de incredulidad.
Por otra parte, su presencia y contacto con los humanos ha ido disminuyendo de forma paulatina, con lo que sus idas y venidas, sus aventuras y desventuras de otros tiempos y los contactos esporádicos que mantuvieron con los humanos han ido entrando en el mundo borroso de los recuerdos, de los mitos y de las leyendas, dando todo esto como resultado algo previsible y que cabía esperar de antemano: se ha sembrado la duda sobre su existencia, tal vez fomentada por ellos mismos. Creer en estos seres es sinónimo de ingenuidad, en el mejor de los casos, o de infantilismo, en el peor. Nos hemos reído de todos aquellos que decían haber visto, sentido u oído a alguno de estos personajes y seres elementales de la naturaleza. Seres que hemos desterrado al mundo de la fantasía y del olvido, ignorando que también ellos forman parte de este mundo, de una evolución paralela a la nuestra. Ha habido momentos en que se ha llegado al peligroso punto de confundir todas las alusiones que sobre ellos existen, con tal mezcolanza de datos que daba igual hablar de una ninfa que de un gnomo, de una bruja que de un fantasma, de un hombre-lobo que de un alienígena. Todo era lo mismo y, además, lo que es infinitamente peor, no tenía ninguna importancia clarificarlo.
No obstante, debo reconocer que me he encontrado con un gran volumen de información sobre las hadas, incluidos sus distintos grupos y todos sus nombres, formas y variantes, ya que a la diversidad del material con que se contaba —sólo en España— se unía la imprecisión de sus datos y, en muchos de los casos, la confusión o falsedad de algunos de ellos.
Al final se pueden poner sobre el tapete una serie de conclusiones, que pretenden clarificar este intrincado mapa de casuística feérica.
Conclusiones sin las cuales difícilmente podríamos entender, en toda su compleja dimensión, muchas de las leyendas que se han transmitido de boca en boca o por escrito, alejándonos en lo posible de los tópicos y clichés.
Muchos autores que han tocado este tema de las hadas y del resto de la Gente Menuda, tanto en
España como fuera de ella, han tergiversado un asunto que ya de por sí estaba bastante enmarañado.
Ciertos videntes, psíquicos, esotéricos, folcloristas e investigadores superficiales del fenómeno, han tenido la oportunidad de estudiar e incluso «ver» (con esa segunda visión de la que nos hablaba Robert Kirk) a estos «espíritus de la naturaleza», y los han descrito muy frecuentemente de una manera que nada tiene que ver con la más pura realidad. Es decir, han descrito a estos seres —muchas veces por ignorancia— como si fueran de este plano físico y tangible, intentando explicarlos y comentarlos desde un punto de vista estrictamente humano. Para ello han tenido que encuadrar forzosamente en tan sólo tres dimensiones a unos seres adimensionales, que viven y se desarrollan en un plano astral y etérico.
Por estas razones, y por otras meramente fantasiosas, el descrédito sobre estos seres ha ido en
constante aumento, pues las contradicciones e imprecisiones a la hora de analizarlos y describirlos eran tantas y tan evidentes que era muy lógico que se dibujara en nuestros labios una sonrisita de incredulidad.
Por otra parte, su presencia y contacto con los humanos ha ido disminuyendo de forma paulatina, con lo que sus idas y venidas, sus aventuras y desventuras de otros tiempos y los contactos esporádicos que mantuvieron con los humanos han ido entrando en el mundo borroso de los recuerdos, de los mitos y de las leyendas, dando todo esto como resultado algo previsible y que cabía esperar de antemano: se ha sembrado la duda sobre su existencia, tal vez fomentada por ellos mismos. Creer en estos seres es sinónimo de ingenuidad, en el mejor de los casos, o de infantilismo, en el peor. Nos hemos reído de todos aquellos que decían haber visto, sentido u oído a alguno de estos personajes y seres elementales de la naturaleza. Seres que hemos desterrado al mundo de la fantasía y del olvido, ignorando que también ellos forman parte de este mundo, de una evolución paralela a la nuestra. Ha habido momentos en que se ha llegado al peligroso punto de confundir todas las alusiones que sobre ellos existen, con tal mezcolanza de datos que daba igual hablar de una ninfa que de un gnomo, de una bruja que de un fantasma, de un hombre-lobo que de un alienígena. Todo era lo mismo y, además, lo que es infinitamente peor, no tenía ninguna importancia clarificarlo.
No obstante, debo reconocer que me he encontrado con un gran volumen de información sobre las hadas, incluidos sus distintos grupos y todos sus nombres, formas y variantes, ya que a la diversidad del material con que se contaba —sólo en España— se unía la imprecisión de sus datos y, en muchos de los casos, la confusión o falsedad de algunos de ellos.
Al final se pueden poner sobre el tapete una serie de conclusiones, que pretenden clarificar este intrincado mapa de casuística feérica.
Conclusiones sin las cuales difícilmente podríamos entender, en toda su compleja dimensión, muchas de las leyendas que se han transmitido de boca en boca o por escrito, alejándonos en lo posible de los tópicos y clichés.
martes, 27 de diciembre de 2016
Fue ahí cuando empezamos a morir lentamente
Llegó el momento en que me sentía en completa soledad,
incluso cuando tú estabas ahí para mí.
Fue entonces cuando me dí cuenta
que algo dentro de nosotros se apagó.
Fue ahí cuando empezamos a morir lentamente.
incluso cuando tú estabas ahí para mí.
Fue entonces cuando me dí cuenta
que algo dentro de nosotros se apagó.
Fue ahí cuando empezamos a morir lentamente.
El Bosque de los Niños Desaparecidos
Otro caso señalado fue el del niño de 7 años, Bruce Kremen. Este chiquillo, terminado el curso escolar, marchó a un campamento veraniego, junto con otros compañeros de estudio. Una vez allí, y exactamente el 13 de julio de 1960, o sea al día siguiente de su llegada, el jefe del campamento organizó una excursión por los alrededores. Todos se pusieron en marcha, y entre los más contentos se hallaba el pequeño Bruce. Mas poco después de iniciarse la excursión, Bruce pareció afectado por la altura, y el jefe de grupo le aconsejó que regresara al campamento para descansar.
Hay que tener en cuenta que desde el sitio en que se hallaban se divisaba perfectamente el campamento, distante de allí unos 200 metros a lo sumo, por lo que la vuelta de Bruce no ofrecía ningún peligro.
El jefe del grupo detuvo la columna de alegres y juguetones chiquillos, y acompañó, pese a todo, a Bruce hasta dejarle a unos metros del campamento. Entonces, le ordenó que se presentase al joven que había quedado al cuidado del campamento y le contase lo ocurrido. Tras un adiós y una sonrisa, el jefe regresó a donde estaban los demás.
Pues bien, por un motivo totalmente desconocido, el pequeño Bruce Kremen jamás llegó al campamento, nunca cubrió los metros que le separaban del mismo.
Durante 12 días más de 300 voluntarios recorrieron afanosamente cada centímetro de bosque y claros, abarcando unos 15 kilómetros cuadrados, hasta que finalmente se vieron obligados a abandonar tan inútil búsqueda. Bruce era otra de las víctimas de esos 690.000 acres de bosque y tierras áridas que, en los últimos años ha llegado a denominarse espantosamente "El Bosque de los Niños Desaparecidos" en California.
Lo peor es que todo esto plantea una pregunta:
¿A dónde fueron tales víctimas?
¿Puede tratarse de una región que exija las vidas de unos niños? Si los niños desaparecidos tuvieron algún extraño accidente en aquel bosque, resulta sumamente raro que no se descubriese el menor vestigio de ropas, ningún signo de identificación, ni siquiera unos restos o algún fragmento de cuerpo mutilado.
Nada, nada en absoluto.
¿Podría tratarse de animales salvajes, de maníacos sexuales, de secuestradores...? Las autoridades se han visto obligadas a descartar todas estas posibles pistas.
¿Es posible, en cambio, que de algún modo, de una forma que no comprendemos, esos niños desapareciesen literalmente? ¿Es plausible que existan vacíos, agujeros, en nuestra dimensión, que ofrezcan la salida y entrada a otros planos de realidad?
Cada año desaparecen miles de personas en varios países del mundo. Y si bien los departamentos dedicados a la búsqueda de las personas desaparecidas llevan a cabo una excelente y exhaustiva labor de rastreo de los niños extraviados, de los maridos fugados del hogar, de los amnésicos, de los violadores de la ley que esquivan a las autoridades legales, o de los adolescentes engañados que se unen a comunidades hippies sin el consentimiento paterno, quedan todavía un buen número de desaparecidos que se desvanecen total e inexplicablemente ante los asombrados ojos de varios testigos. Y esas personas no están desengañadas o disociadas del mundo. Son individuos totalmente absortos en su trabajo, gozosos con la vida, ansiosos de estudiar, aprender y trabajar.
Incluso, están deseosos de luchar por las buenas causas.
Hay que tener en cuenta que desde el sitio en que se hallaban se divisaba perfectamente el campamento, distante de allí unos 200 metros a lo sumo, por lo que la vuelta de Bruce no ofrecía ningún peligro.
El jefe del grupo detuvo la columna de alegres y juguetones chiquillos, y acompañó, pese a todo, a Bruce hasta dejarle a unos metros del campamento. Entonces, le ordenó que se presentase al joven que había quedado al cuidado del campamento y le contase lo ocurrido. Tras un adiós y una sonrisa, el jefe regresó a donde estaban los demás.
Pues bien, por un motivo totalmente desconocido, el pequeño Bruce Kremen jamás llegó al campamento, nunca cubrió los metros que le separaban del mismo.
Durante 12 días más de 300 voluntarios recorrieron afanosamente cada centímetro de bosque y claros, abarcando unos 15 kilómetros cuadrados, hasta que finalmente se vieron obligados a abandonar tan inútil búsqueda. Bruce era otra de las víctimas de esos 690.000 acres de bosque y tierras áridas que, en los últimos años ha llegado a denominarse espantosamente "El Bosque de los Niños Desaparecidos" en California.
Lo peor es que todo esto plantea una pregunta:
¿A dónde fueron tales víctimas?
¿Puede tratarse de una región que exija las vidas de unos niños? Si los niños desaparecidos tuvieron algún extraño accidente en aquel bosque, resulta sumamente raro que no se descubriese el menor vestigio de ropas, ningún signo de identificación, ni siquiera unos restos o algún fragmento de cuerpo mutilado.
Nada, nada en absoluto.
¿Podría tratarse de animales salvajes, de maníacos sexuales, de secuestradores...? Las autoridades se han visto obligadas a descartar todas estas posibles pistas.
¿Es posible, en cambio, que de algún modo, de una forma que no comprendemos, esos niños desapareciesen literalmente? ¿Es plausible que existan vacíos, agujeros, en nuestra dimensión, que ofrezcan la salida y entrada a otros planos de realidad?
Cada año desaparecen miles de personas en varios países del mundo. Y si bien los departamentos dedicados a la búsqueda de las personas desaparecidas llevan a cabo una excelente y exhaustiva labor de rastreo de los niños extraviados, de los maridos fugados del hogar, de los amnésicos, de los violadores de la ley que esquivan a las autoridades legales, o de los adolescentes engañados que se unen a comunidades hippies sin el consentimiento paterno, quedan todavía un buen número de desaparecidos que se desvanecen total e inexplicablemente ante los asombrados ojos de varios testigos. Y esas personas no están desengañadas o disociadas del mundo. Son individuos totalmente absortos en su trabajo, gozosos con la vida, ansiosos de estudiar, aprender y trabajar.
Incluso, están deseosos de luchar por las buenas causas.
lunes, 26 de diciembre de 2016
domingo, 25 de diciembre de 2016
Navidad
Con el tiempo he aprendido, que da igual que sea Navidad o un día cualquiera, que la familia son los que tienes más cerca no todos los que te tocaron al nacer, que los amigos no son todos esos que se hacen llamar tus amigos, ni los 200 que puedas tener en Facebook, sino aquellos que te acompañan en las buenas y en las malas aunque sea a través de una pantalla y no los hayas visto nunca en persona...
He aprendido que con el tiempo, aprendes a ver las cosas como son, que más vale tener un amigo verdadero que 100 falsos y que todos los días deberíamos hacer que fueran Navidad porque no sabemos cuanto tiempo vamos a estar en este mundo.
He aprendido que con el tiempo, aprendes a ver las cosas como son, que más vale tener un amigo verdadero que 100 falsos y que todos los días deberíamos hacer que fueran Navidad porque no sabemos cuanto tiempo vamos a estar en este mundo.
Abrahel
viernes, 23 de diciembre de 2016
La Leyenda de Krampus, el demonio de la Navidad
Estas son fechas de Papa Noel o Santa Claus, pero en algunos países de Europa, en el folclore alpino, a los niños malos se los lleva en un saco un demonio muy malo llamado Krampus, quien es el espíritu de la Navidad o el espíritu de la naturaleza invernal. La palabra Krampus proviene del antiguo alemán “krampen”, que significa garra. Es conocido también como: Knecht Ruprecht, Klaubauf, Pelzebock, Schmutzli.
Según la leyenda este demonio que vive bajo tierra, aparece en las noches de Diciembre, merodeando las calles durante dos semanas, haciendo sonar campanas y cadenas oxidadas para asustar a los niños pequeños. Su imagen presenta un rostro diabólico está acompañado de una larga lengua roja, con cuernos en la frente y mirada enfermiza.
Tiene el cuerpo cubierto por un oscuro y tupido pelaje, y sus patas son similares a las de un fauno. En muchas imágenes es ilustrado con una canasta en su espalda, en donde coloca a los niños malos para llevarlos al infierno. Es el contrapunto de Santa Claus que en vez de repartir regalos reparte dolor, dolor y miedo, porque el castigo al mal comportamiento nunca ha sido la ausencia de regalos sino el dolor.
Krampus fue aislado y condenado por la iglesia católica, por ser un demonio pagano, pero no se logro erradicar una tradición tan arraigada. A finales del siglo XX las fiestas de disfraces y reuniones sociales recuperaron la figura del Krampus. Ahora los jóvenes de muchas zonas de Europa como Austria y Hungría se disfrazan de Krampus mientras se divierten y asustan a los niños en divertidas cabalgatas.
En Austria, durante el día de San Nicolás, llamado también la noche de Krampus “Krampusnacht”, muchos adultos disfrazados de esta criatura con trajes que pueden superar los 40kg de peso, comienzan un antiguo ritual conocido hasta el presente como la “Carrera del Krampus”, en el que los disfrazados portan antorchas y se abren paso por las calles asustando y fustigando con ramas secas a mayores y niños.
Tiene el cuerpo cubierto por un oscuro y tupido pelaje, y sus patas son similares a las de un fauno. En muchas imágenes es ilustrado con una canasta en su espalda, en donde coloca a los niños malos para llevarlos al infierno. Es el contrapunto de Santa Claus que en vez de repartir regalos reparte dolor, dolor y miedo, porque el castigo al mal comportamiento nunca ha sido la ausencia de regalos sino el dolor.
Krampus fue aislado y condenado por la iglesia católica, por ser un demonio pagano, pero no se logro erradicar una tradición tan arraigada. A finales del siglo XX las fiestas de disfraces y reuniones sociales recuperaron la figura del Krampus. Ahora los jóvenes de muchas zonas de Europa como Austria y Hungría se disfrazan de Krampus mientras se divierten y asustan a los niños en divertidas cabalgatas.
En Austria, durante el día de San Nicolás, llamado también la noche de Krampus “Krampusnacht”, muchos adultos disfrazados de esta criatura con trajes que pueden superar los 40kg de peso, comienzan un antiguo ritual conocido hasta el presente como la “Carrera del Krampus”, en el que los disfrazados portan antorchas y se abren paso por las calles asustando y fustigando con ramas secas a mayores y niños.
jueves, 22 de diciembre de 2016
Cuento original y sin censura de Caperucita Roja
Originario de la tradición oral europea tiene versiones más extremas que las que se han dado a conocer.
Una de ellas es que el lobo es más un licántropo que un animal y tras comerse a la abuela de la niña, invita a ésta a ingerir la carne de su abuela y beber su sangre.
En otras versiones, la niña percibe la trampa y escapa.
Engaña al lobo, diciéndole que necesita ir al baño pues no quiere hacerlo en la cama de la abuela.
El final de Disney: Cuando Caperucita está a punto de ser comida por el Lobo, llega un leñador del bosque y la salva a ella y a su abuela.
El final original: Charles Perrault escribió este cuento y no es tan inocente ni feliz como la historia que todos conocemos. En su versión, Caperucita sí es comida por el lobo, al igual que su abuela.
En tiempo del rey que rabió, vivía en una aldea una niña, la más linda de las aldeanas, tanto que loca de gozo estaba su madre y más aún su abuela, quien le había hecho una caperuza roja; y tan bien le estaba que por caperucita roja conocíanla todos. Un día su madre hizo tortas y le dijo:
-Irás á casa de la abuela a informarte de su salud, pues me han dicho que está enferma. Llévale una torta y este tarrito lleno de manteca.
Caperucita roja salió enseguida en dirección a la casa de su abuela, que vivía en otra aldea. Al pasar por un bosque encontró al compadre lobo que tuvo ganas de comérsela, pero a ello no se atrevió porque había algunos leñadores. Preguntola a dónde iba, y la pobre niña, que no sabía fuese peligroso detenerse para dar oídos al lobo, le dijo:
-Voy a ver a mi abuela y a llevarle esta torta con un tarrito de manteca que le envía mi madre.
-¿Vive muy lejos? -Preguntole el lobo.
-Sí, -contestole Caperucita roja- a la otra parte del molino que veis ahí; en la primera casa de la aldea.
-Pues entonces, añadió el lobo,- yo también quiero visitarla. Iré a su casa por este camino y tú por aquel, a ver cual de los dos llega antes.
El lobo echó a correr tanto como pudo, tomando el camino más corto, y la niña fuese por el más largo entreteniéndose en coger avellanas, en correr detrás de las mariposas y en hacer ramilletes con las florecillas que hallaba a su paso.
Poco tardó el lobo en llegar a la casa de la abuela. Llamó: ¡pam! ¡pam!
-¿Quién va?
-Soy vuestra nieta, Caperucita roja -dijo el lobo imitando la voz de la niña.
-Os traigo una torta y un tarrito de manteca que mi madre os envía.
La buena de la abuela, que estaba en cama porque se sentía indispuesta, contestó gritando:
-Tira del cordel y se abrirá el cancel.
Así lo hizo el lobo y la puerta se abrió. Arrojose encima de la vieja y la devoró en un abrir y cerrar de ojos, pues hacía más de tres días que no había comido. Luego cerró la puerta y fue a acostarse en la cama de la abuela, esperando a Caperucita roja, la que algún tiempo después llamó a la puerta: ¡pam! ¡pam!
-¿Quién va?
Caperucita roja, que oyó la ronca voz del lobo, tuvo miedo al principio, pero creyendo que su abuela estaba constipada, contestó:
-Soy yo, vuestra nieta, Caperucita roja, que os trae una torta y un tarrito de manteca que os envía mi madre.
El lobo gritó procurando endulzar la voz:
-Tira del cordel y se abrirá el cancel.
Caperucita roja tiró del cordel y la puerta se abrió. Al verla entrar, el lobo le dijo, ocultándose debajo de la manta:
-Deja la torta y el tarrito de manteca encima de la artesa y vente a acostar conmigo.
Caperucita roja lo hizo, se desnudó y se metió en la cama. Grande fue su sorpresa al aspecto de su abuela sin vestidos, y le dijo:
-Abuelita, tenéis los brazos muy largos.
-Así te abrazaré mejor, hija mía.
-Abuelita, tenéis las piernas muy largas.
-Así correré más, hija mía.
-Abuelita, tenéis las orejas muy grandes.
-Así te oiré mejor, hija mía.
-Abuelita, tenéis los ojos muy grandes.
-Así te veré mejor, hija mía.
Abuelita, tenéis los dientes muy grandes.
-Así comeré mejor, hija mía.
Y al decir estas palabras, el malvado lobo arrojose sobre Caperucita roja y se la comió.
Una de ellas es que el lobo es más un licántropo que un animal y tras comerse a la abuela de la niña, invita a ésta a ingerir la carne de su abuela y beber su sangre.
En otras versiones, la niña percibe la trampa y escapa.
Engaña al lobo, diciéndole que necesita ir al baño pues no quiere hacerlo en la cama de la abuela.
El final de Disney: Cuando Caperucita está a punto de ser comida por el Lobo, llega un leñador del bosque y la salva a ella y a su abuela.
El final original: Charles Perrault escribió este cuento y no es tan inocente ni feliz como la historia que todos conocemos. En su versión, Caperucita sí es comida por el lobo, al igual que su abuela.
Leamos el cuento original:
En tiempo del rey que rabió, vivía en una aldea una niña, la más linda de las aldeanas, tanto que loca de gozo estaba su madre y más aún su abuela, quien le había hecho una caperuza roja; y tan bien le estaba que por caperucita roja conocíanla todos. Un día su madre hizo tortas y le dijo:
-Irás á casa de la abuela a informarte de su salud, pues me han dicho que está enferma. Llévale una torta y este tarrito lleno de manteca.
Caperucita roja salió enseguida en dirección a la casa de su abuela, que vivía en otra aldea. Al pasar por un bosque encontró al compadre lobo que tuvo ganas de comérsela, pero a ello no se atrevió porque había algunos leñadores. Preguntola a dónde iba, y la pobre niña, que no sabía fuese peligroso detenerse para dar oídos al lobo, le dijo:
-Voy a ver a mi abuela y a llevarle esta torta con un tarrito de manteca que le envía mi madre.
-¿Vive muy lejos? -Preguntole el lobo.
-Sí, -contestole Caperucita roja- a la otra parte del molino que veis ahí; en la primera casa de la aldea.
-Pues entonces, añadió el lobo,- yo también quiero visitarla. Iré a su casa por este camino y tú por aquel, a ver cual de los dos llega antes.
El lobo echó a correr tanto como pudo, tomando el camino más corto, y la niña fuese por el más largo entreteniéndose en coger avellanas, en correr detrás de las mariposas y en hacer ramilletes con las florecillas que hallaba a su paso.
Poco tardó el lobo en llegar a la casa de la abuela. Llamó: ¡pam! ¡pam!
-¿Quién va?
-Soy vuestra nieta, Caperucita roja -dijo el lobo imitando la voz de la niña.
-Os traigo una torta y un tarrito de manteca que mi madre os envía.
La buena de la abuela, que estaba en cama porque se sentía indispuesta, contestó gritando:
-Tira del cordel y se abrirá el cancel.
Así lo hizo el lobo y la puerta se abrió. Arrojose encima de la vieja y la devoró en un abrir y cerrar de ojos, pues hacía más de tres días que no había comido. Luego cerró la puerta y fue a acostarse en la cama de la abuela, esperando a Caperucita roja, la que algún tiempo después llamó a la puerta: ¡pam! ¡pam!
-¿Quién va?
Caperucita roja, que oyó la ronca voz del lobo, tuvo miedo al principio, pero creyendo que su abuela estaba constipada, contestó:
-Soy yo, vuestra nieta, Caperucita roja, que os trae una torta y un tarrito de manteca que os envía mi madre.
El lobo gritó procurando endulzar la voz:
-Tira del cordel y se abrirá el cancel.
Caperucita roja tiró del cordel y la puerta se abrió. Al verla entrar, el lobo le dijo, ocultándose debajo de la manta:
-Deja la torta y el tarrito de manteca encima de la artesa y vente a acostar conmigo.
Caperucita roja lo hizo, se desnudó y se metió en la cama. Grande fue su sorpresa al aspecto de su abuela sin vestidos, y le dijo:
-Abuelita, tenéis los brazos muy largos.
-Así te abrazaré mejor, hija mía.
-Abuelita, tenéis las piernas muy largas.
-Así correré más, hija mía.
-Abuelita, tenéis las orejas muy grandes.
-Así te oiré mejor, hija mía.
-Abuelita, tenéis los ojos muy grandes.
-Así te veré mejor, hija mía.
Abuelita, tenéis los dientes muy grandes.
-Así comeré mejor, hija mía.
Y al decir estas palabras, el malvado lobo arrojose sobre Caperucita roja y se la comió.
Charles Perrault
martes, 20 de diciembre de 2016
domingo, 18 de diciembre de 2016
La Reencarnación en la antigua Grecia
He aquí lo que la virgen Laquesis, hija de la Necesidad, decía, dirigiéndose a las almas en la antigua Grecia:
"Almas pasajeras, vais a comenzar una nueva carrera y a entrar en un cuerpo mortal. Un genio no os escogerá, sino que cada una de vosotras escogerá el suyo... La virtud no tiene dueño; se une a quien la honra y huye del que la desprecia. Cada cual es responsable de su elección, porque Dios es inocente".
Sin embargo, en Grecia, la creencia en la reencarnación no formaba parte de la religión popular. Contrariamente a los países orientales, en donde incluso esta filosofía degeneró en posiciones ridículas por su difusión, en la Grecia antigua o clásica se mantuvo dentro del ámbito de las iniciaciones esotéricas, y en el esoterismo se la reconocía únicamente a través de algunos mitos como, por ejemplo, el de Perséfona.
Perséfona fue cedida por Zeus a Plutón, dios del más allá, sin que Demeter (su madre) tuviera conocimiento de este acuerdo. Demeter, furiosa por la pérdida de su hija, juró que no volvería al Olimpo ni consentiría que las semillas volviesen a germinar sobre la tierra hasta que Perséfona no le fuese devuelta. Zeus, a través del mensajero Hermes, cerró un nuevo trato con Plutón: Perséfona pasaría en la tierra dos tercios del año; el resto debería permanecer con Plutón en los Infiernos.
Es evidente que Perséfona (el Cuerpo) hijo de Demeter (el Alma) en la concepción Helena, volvía periódicamente a la tierra, renacía en el mundo y tenía una continuidad vital.
La ciudad de Eleusis, situada en el Atica, entre el Pireo y Mejara, tuvo en la historia del Ocultismo, y por relación en las doctrinas reencarnacionistas, una gran influencia en el mundo occidental. Pericles hizo erigir en esta ciudad un templo en el que se tributaba culto a la diosa Demeter, y con el tiempo ese culto se extendió también a Perséfona y a Triptolemo. Allí se practicaban los estudios y ceremonios iniciáticas, que constaban de dos grados: en el primero, el aspirante se convertía en MYSTE (de ahí el nombre de misterio); en el segundo grado, el candidato ascendía a la categoría de EPOPTO.
En estos misterios eleusinos, la doctrina impartida durante el período iniciático abarcaba, sin imágenes míticas, los grandes principios de la sabiduría oculta de todos los tiempo, que consistía en: la unidad de Dios, la inmortalidad del Yo superior, la ley del Karma y la reencarnación como camino de perfección.
Si es posible considerar la leyenda como un relato del que se pueden exprimir datos auténticos, tendremos que remitirnos forzosamente, en cuanto al sistema metafísico de la antigua Grecia, a Orfeo.
Hacia el año 4.250, el Rey de Tracia, Eagro, tuvo de su mujer, Caliope, un hijo al que impuso el nombre de Orfeo. Creció éste educado por maestros militares y expertos jinetes, de los cuales aprendió las artes de la guerra. Pero su sentido de la armonía y de la belleza le empujaron hacia caminos de espiritualidad que ni siquera sus deberes filiales podían superar. La expresión de esta vocación se manisfestaba a través de la musicalidad de su lira, instrumento que llegó a manejar con tanta perfección que, cuentan las historias, hasta el bosque y sus habitantes permanecían en silencio cuando Orfeo tocaba.
En aquella época los ejes de la cultura, a la que aspiraban todas las noblezas, se hallaban situados en Egipto. Allí las escuelas sacerdotales mantenían la luz del Conocimiento para cuantos seres dispuestos por la voluntad se aceraban a su encuentro.
Orfeo partió hacia Egipto, en donde había de aprender lo que su pueblo, unificado posteriormente bajo su guía, heredaría.
A su vuelta, y después de largas peregrinaciones por toda la península, estableció en Delfos los más antiguos misterios griegos. Allí enseñó a los hombres de su tiempo no sólo los principios fundamentales de la Ética, de la Estética, de la Ciencia y de la Filosofía, sino que también se ocupó de hacer comprender a toda la fraternidad órfica la relación entre las Estaciones, sus reglas de vida y muerte sobre la tierra, y su similitud con los ciclos de Vida y Muerte del ser humano.
El hombre vuelve, como la Primavera, y debe dar en cada período de encarnación un fruto más perfecto, debe adquirir una experiencia unificadora del cuerpo, la mente y el espíritu.
"Almas pasajeras, vais a comenzar una nueva carrera y a entrar en un cuerpo mortal. Un genio no os escogerá, sino que cada una de vosotras escogerá el suyo... La virtud no tiene dueño; se une a quien la honra y huye del que la desprecia. Cada cual es responsable de su elección, porque Dios es inocente".
Sin embargo, en Grecia, la creencia en la reencarnación no formaba parte de la religión popular. Contrariamente a los países orientales, en donde incluso esta filosofía degeneró en posiciones ridículas por su difusión, en la Grecia antigua o clásica se mantuvo dentro del ámbito de las iniciaciones esotéricas, y en el esoterismo se la reconocía únicamente a través de algunos mitos como, por ejemplo, el de Perséfona.
Perséfona fue cedida por Zeus a Plutón, dios del más allá, sin que Demeter (su madre) tuviera conocimiento de este acuerdo. Demeter, furiosa por la pérdida de su hija, juró que no volvería al Olimpo ni consentiría que las semillas volviesen a germinar sobre la tierra hasta que Perséfona no le fuese devuelta. Zeus, a través del mensajero Hermes, cerró un nuevo trato con Plutón: Perséfona pasaría en la tierra dos tercios del año; el resto debería permanecer con Plutón en los Infiernos.
Es evidente que Perséfona (el Cuerpo) hijo de Demeter (el Alma) en la concepción Helena, volvía periódicamente a la tierra, renacía en el mundo y tenía una continuidad vital.
La ciudad de Eleusis, situada en el Atica, entre el Pireo y Mejara, tuvo en la historia del Ocultismo, y por relación en las doctrinas reencarnacionistas, una gran influencia en el mundo occidental. Pericles hizo erigir en esta ciudad un templo en el que se tributaba culto a la diosa Demeter, y con el tiempo ese culto se extendió también a Perséfona y a Triptolemo. Allí se practicaban los estudios y ceremonios iniciáticas, que constaban de dos grados: en el primero, el aspirante se convertía en MYSTE (de ahí el nombre de misterio); en el segundo grado, el candidato ascendía a la categoría de EPOPTO.
En estos misterios eleusinos, la doctrina impartida durante el período iniciático abarcaba, sin imágenes míticas, los grandes principios de la sabiduría oculta de todos los tiempo, que consistía en: la unidad de Dios, la inmortalidad del Yo superior, la ley del Karma y la reencarnación como camino de perfección.
Si es posible considerar la leyenda como un relato del que se pueden exprimir datos auténticos, tendremos que remitirnos forzosamente, en cuanto al sistema metafísico de la antigua Grecia, a Orfeo.
Hacia el año 4.250, el Rey de Tracia, Eagro, tuvo de su mujer, Caliope, un hijo al que impuso el nombre de Orfeo. Creció éste educado por maestros militares y expertos jinetes, de los cuales aprendió las artes de la guerra. Pero su sentido de la armonía y de la belleza le empujaron hacia caminos de espiritualidad que ni siquera sus deberes filiales podían superar. La expresión de esta vocación se manisfestaba a través de la musicalidad de su lira, instrumento que llegó a manejar con tanta perfección que, cuentan las historias, hasta el bosque y sus habitantes permanecían en silencio cuando Orfeo tocaba.
En aquella época los ejes de la cultura, a la que aspiraban todas las noblezas, se hallaban situados en Egipto. Allí las escuelas sacerdotales mantenían la luz del Conocimiento para cuantos seres dispuestos por la voluntad se aceraban a su encuentro.
Orfeo partió hacia Egipto, en donde había de aprender lo que su pueblo, unificado posteriormente bajo su guía, heredaría.
A su vuelta, y después de largas peregrinaciones por toda la península, estableció en Delfos los más antiguos misterios griegos. Allí enseñó a los hombres de su tiempo no sólo los principios fundamentales de la Ética, de la Estética, de la Ciencia y de la Filosofía, sino que también se ocupó de hacer comprender a toda la fraternidad órfica la relación entre las Estaciones, sus reglas de vida y muerte sobre la tierra, y su similitud con los ciclos de Vida y Muerte del ser humano.
El hombre vuelve, como la Primavera, y debe dar en cada período de encarnación un fruto más perfecto, debe adquirir una experiencia unificadora del cuerpo, la mente y el espíritu.
No está hecha la miel para la boca del asno
Yo no te borré, ni te bloqueé, te dejé ahí para que vieras que yo sigo siendo feliz, no necesito a nadie y que no tengo tiempo para cosas como tú...
Tú has necesitado bloquearme para seguir con tu vida... Jajaja
Un aplauso para ti, porque demostraste que no eres capaz de ver cómo yo sigo con mi vida sin hacerte caso, y que no soportabas verme todos los dias...
Como dice el dicho: "No está hecha la miel para la boca del asno"
Sigue rebuznando por ahí...
Tú has necesitado bloquearme para seguir con tu vida... Jajaja
Un aplauso para ti, porque demostraste que no eres capaz de ver cómo yo sigo con mi vida sin hacerte caso, y que no soportabas verme todos los dias...
Como dice el dicho: "No está hecha la miel para la boca del asno"
Sigue rebuznando por ahí...
Abrahel
sábado, 17 de diciembre de 2016
La Luna del Dragón
Hablábamos de los dones de la tiniebla,
de los amores muertos,
cuando se perfiló sobre el Oeste
el oro espeso de la media luna.
"Mira: es la Luna del Dragón" - me dijiste.
Y los dos la miramos
como si algo terrible pesara sobre el mundo.
de hondos presentimientos.
No había una estrella sobre el mar en calma
de humaredas y torres.
Nadie dijo: "Es la luna que hace al Dragón visible".
Nadie dijo: "Es la casa donde el Dragón habita".
Nadie dijo: "Es la luna que ampara a los dragones".
Miramos simplemente el cuerno rojo,
la sobrehumana forma que doblegaba al cielo,
y pensamos acaso en los terrores
de la culpa y la fiebre.
"Sólo es la Luna del Dragón" - me dijiste.
Pero algo negro ascendió de mi infancia
y di gracias a Dios de no estar solo.
Seguimos en silencio
mientras las nubes negras cercaban en la hondura
aquel objeto de alta magia y belleza.
"- Tal vez el nombre viene de las baladas celtas".
"- Yo no sé por qué pesa y aflige como un sueño".
Era la Luna del Dragón, y nadie parecía comprenderlo.
Iban las multitudes, bulliciosas, urgentes, atentas sólo a su pequeño misterio, mientras sobre las hondas avenidas un oro atroz vertía su intemporal influjo, y algo terrible y bello batía sus alas rojas como un polvo impalpable sobre las tristes tierras.
viernes, 16 de diciembre de 2016
jueves, 15 de diciembre de 2016
El Niño desaparecido en la Puerta del Diablo
El 23 de marzo de 1957, el niño de 8 años de edad, Tomas Bowman, se hallaba, con otros seis miembros de su familia, realizando una pequeña excursión por un bosque situado en la Puerta del Diablo, cerca del Parque Nacional de Angels en California. El niño Tomas Bowman desapareció de repente sin dejar el menor rastro.
El niño se había adelantado a los demás, correteando y pisando las ramitas del sendero que todos estaban siguiendo, sin dar la menor muestra de nerviosismo o inquietud, sino de forma placentera y juguetona, como corresponde a un niño de su edad.
El niño, que como decimos iba por delante de los demás unos 8 o 10 metros, dobló un recodo del sendero del modo más normal del mundo. Cuando al cabo de unos segundos los demás componentes del grupo familiar llegaron al mismo sitio y doblaron dicho recodo, el niño no iba ya delante de ellos. ¡No estaba en ninguna parte! El padre, la hermana, el hermano, el tío y dos primos de Tomas, que eran los integrantes del grupo excursionista, declararon que esto era exactamente lo que había ocurrido.
Unas horas más tarde de desaparecer el pequeño, toda la zona estaba siendo registrada a fondo por más de 400 voluntarios acompañados de perros adiestrados, patrullas en jeeps, y batidores experimentados en tales búsquedas. Se examinaron escrupulosamente una y otra vez las grietas, las fallas, los hoyos y agujeros en los que el niño pudiera haber caído. Se recorrió en todos sentidos una y mil veces la senda por la que había pasado primero el niño y luego el resto de la familia; los hábiles guardas del bosque buscaron por toda la región una pista de la desaparición del muchachito. Toda el área fue investigada una y otra vez por los helicópteros.
Según los buscadores más experimentados, era fácil de ver que el niño no había resbalado, cayendo fuera del sendero. No había ninguna señal de rocas o piedras desplazadas, de arbustos o malezas pisoteados o arrancados, ni siquiera de ramas rotas que indicasen un accidente de cualquier tipo.
Todos los familiares del pequeño afirmaron que sólo iban unos pasos detrás de él u que con toda seguridad habrían oído sus gritos de haberse caído o sólo resbalado. Y aunque el niño no hubiese gritado por la sorpresa o la emoción de un accidente, los demás estaban lo bastante cerca como para haber asistido a su presunta caída.
La búsqueda duró toda la semana, pero no se halló ni el menor rastro del desdichado chiquillo. Era como si hubiese sido arrebatado de la tierra por una fuerza invisible y desconocida. El pequeño Tomas aumentaba la lista de los desgraciados niños que se habían desvanecido en la región de la Puerta del Diablo desde la mañana del 5 de agosto de 1956, cuando Donald Lee Baker y Brenda Howell desaparecieron en el parque nacional.
Los hechos sucedieron del siguiente modo:
El niño se había adelantado a los demás, correteando y pisando las ramitas del sendero que todos estaban siguiendo, sin dar la menor muestra de nerviosismo o inquietud, sino de forma placentera y juguetona, como corresponde a un niño de su edad.
El niño, que como decimos iba por delante de los demás unos 8 o 10 metros, dobló un recodo del sendero del modo más normal del mundo. Cuando al cabo de unos segundos los demás componentes del grupo familiar llegaron al mismo sitio y doblaron dicho recodo, el niño no iba ya delante de ellos. ¡No estaba en ninguna parte! El padre, la hermana, el hermano, el tío y dos primos de Tomas, que eran los integrantes del grupo excursionista, declararon que esto era exactamente lo que había ocurrido.
Unas horas más tarde de desaparecer el pequeño, toda la zona estaba siendo registrada a fondo por más de 400 voluntarios acompañados de perros adiestrados, patrullas en jeeps, y batidores experimentados en tales búsquedas. Se examinaron escrupulosamente una y otra vez las grietas, las fallas, los hoyos y agujeros en los que el niño pudiera haber caído. Se recorrió en todos sentidos una y mil veces la senda por la que había pasado primero el niño y luego el resto de la familia; los hábiles guardas del bosque buscaron por toda la región una pista de la desaparición del muchachito. Toda el área fue investigada una y otra vez por los helicópteros.
Según los buscadores más experimentados, era fácil de ver que el niño no había resbalado, cayendo fuera del sendero. No había ninguna señal de rocas o piedras desplazadas, de arbustos o malezas pisoteados o arrancados, ni siquiera de ramas rotas que indicasen un accidente de cualquier tipo.
Todos los familiares del pequeño afirmaron que sólo iban unos pasos detrás de él u que con toda seguridad habrían oído sus gritos de haberse caído o sólo resbalado. Y aunque el niño no hubiese gritado por la sorpresa o la emoción de un accidente, los demás estaban lo bastante cerca como para haber asistido a su presunta caída.
La búsqueda duró toda la semana, pero no se halló ni el menor rastro del desdichado chiquillo. Era como si hubiese sido arrebatado de la tierra por una fuerza invisible y desconocida. El pequeño Tomas aumentaba la lista de los desgraciados niños que se habían desvanecido en la región de la Puerta del Diablo desde la mañana del 5 de agosto de 1956, cuando Donald Lee Baker y Brenda Howell desaparecieron en el parque nacional.
miércoles, 14 de diciembre de 2016
El mejor Guerrero
Un día la vida me golpeó tan fuerte que me enseñó a resistir.
Un día, me mintieron de tal forma que me dolió
y entonces aprendí a ir siempre de frente con la verdad.
Un día, me falló quien menos imaginaba
y aprendí que las palabras hay que cumplirlas,
y de los actos hacerse cargo.
A veces es necesario dar vuelta a la página
y empezar de cero.
AUNQUE CUESTE O DUELA...
El mejor Guerrero no es el que triunfa siempre
sino el que vuelve sin miedo a la batalla.
Un día, me mintieron de tal forma que me dolió
y entonces aprendí a ir siempre de frente con la verdad.
Un día, me falló quien menos imaginaba
y aprendí que las palabras hay que cumplirlas,
y de los actos hacerse cargo.
A veces es necesario dar vuelta a la página
y empezar de cero.
AUNQUE CUESTE O DUELA...
El mejor Guerrero no es el que triunfa siempre
sino el que vuelve sin miedo a la batalla.
martes, 13 de diciembre de 2016
Mientras tú ya vas...
Mientras tú ya vas corriendo por la vida
yo aún no logro levantarme
del pozo de dolor en el que me dejaste.
yo aún no logro levantarme
del pozo de dolor en el que me dejaste.
lunes, 12 de diciembre de 2016
domingo, 11 de diciembre de 2016
Yo no me arrepiento de nada
Se acabaron mis noches de insomnio,
se acabaron tus "te quiero" no sentidos,
te fuiste sin mirar atrás
y dejaste a la persona que más te ha querido.
Yo no me arrepiento de nada,
pues mi amor fue puro y sincero,
solo espero que tú no te arrepientas
de no haberme querido como yo te quiero.
se acabaron tus "te quiero" no sentidos,
te fuiste sin mirar atrás
y dejaste a la persona que más te ha querido.
Yo no me arrepiento de nada,
pues mi amor fue puro y sincero,
solo espero que tú no te arrepientas
de no haberme querido como yo te quiero.
Abrahel
viernes, 9 de diciembre de 2016
La macabra y desconocida historia real de "Rapunzel"
Todos conocemos a los hermanos Grimm. Ellos han estado muy presentes en tu vida, ya que son quienes escribieron algunas historias fantásticas que marcaron tu niñez, como “Blancanieves”, “Cenicienta” y “Caperucita roja”.
Disney ha tomado ventaja de la imaginación de estos hermanos, llevando a la animación muchísimas de sus historias. Pero la verdadera historia de “Rapunzel”, te dejará en shock ya que no es la misma que Disney nos contó en su película “Enredados”.
En el cuento real, Rapunzel perdió la lucha y no precisamente con una bruja, sino con sus hermanos, los cuales no sola la violaron miles de veces, sino que también torturaron a su novio frente a sus ojos para más tarde dárselos a los cuervos.
En el relato original de los hermanos Grimm, la bruja realizó un pacto con el demonio en el que prometían sacrificar una princesa virgen cada año, en nombre del señor de la tinieblas.
Sin embargo, en el relato original, la princesa fue abusada tanto física como mentalmente de las formas más espantosas. Vivía desnuda en la punta de una torre, donde pasaba hambre, frío y pánico, cuidándose de todos los cuervos que habitaban su misma habitación.
La peor parte es la muerte de su “amado príncipe”, el cual murió en el intento de ayudarla y protegerla de sus hermanos.
Él consiguió subir al castillo empleando el cabello de Rapunzel como popularmente se sabe y cuando el chico estaba por romper las cadenas que detenían a la princesa se encontró con una horrible trampa, la cual le costó la vida. Los hermanos de Rapunzel le sacaron los ojos y le cortaron la lengua para más tarde lanzarlo por la ventana de la torre. Cuando cayó, cientos de cuervos que habitaban la torre, devoraron el cuerpo del príncipe en cuestión de minutos frente a los ojos de Rapunzel.
La princesa falleció esa misma noche siendo sacrificada por sus hermanos en nombre de Satán y de esa forma culmina la historia más triste y horrorosa que han escrito los macabros hermanos Grimm.
Disney ha tomado ventaja de la imaginación de estos hermanos, llevando a la animación muchísimas de sus historias. Pero la verdadera historia de “Rapunzel”, te dejará en shock ya que no es la misma que Disney nos contó en su película “Enredados”.
En el cuento real, Rapunzel perdió la lucha y no precisamente con una bruja, sino con sus hermanos, los cuales no sola la violaron miles de veces, sino que también torturaron a su novio frente a sus ojos para más tarde dárselos a los cuervos.
En el relato original de los hermanos Grimm, la bruja realizó un pacto con el demonio en el que prometían sacrificar una princesa virgen cada año, en nombre del señor de la tinieblas.
Sin embargo, en el relato original, la princesa fue abusada tanto física como mentalmente de las formas más espantosas. Vivía desnuda en la punta de una torre, donde pasaba hambre, frío y pánico, cuidándose de todos los cuervos que habitaban su misma habitación.
La peor parte es la muerte de su “amado príncipe”, el cual murió en el intento de ayudarla y protegerla de sus hermanos.
Él consiguió subir al castillo empleando el cabello de Rapunzel como popularmente se sabe y cuando el chico estaba por romper las cadenas que detenían a la princesa se encontró con una horrible trampa, la cual le costó la vida. Los hermanos de Rapunzel le sacaron los ojos y le cortaron la lengua para más tarde lanzarlo por la ventana de la torre. Cuando cayó, cientos de cuervos que habitaban la torre, devoraron el cuerpo del príncipe en cuestión de minutos frente a los ojos de Rapunzel.
La princesa falleció esa misma noche siendo sacrificada por sus hermanos en nombre de Satán y de esa forma culmina la historia más triste y horrorosa que han escrito los macabros hermanos Grimm.
jueves, 8 de diciembre de 2016
Lo que suceda ya, carece de importancia
Si alguien quiere escribir mi biografía
no hay nada más sencillo:
dispone de dos fechas solamente.
La del día en que te conocí
y la del que te fuiste.
Entre una y otra transcurrió mi vida.
Lo que ocurriera antes lo olvidé.
Lo que suceda ya, carece de importancia.
no hay nada más sencillo:
dispone de dos fechas solamente.
La del día en que te conocí
y la del que te fuiste.
Entre una y otra transcurrió mi vida.
Lo que ocurriera antes lo olvidé.
Lo que suceda ya, carece de importancia.
miércoles, 7 de diciembre de 2016
martes, 6 de diciembre de 2016
Cómo duele ver...
Cómo duele ver que ahora te duermes llorando por alguien,
que antes era quien te hacía sonreír cada noche.
que antes era quien te hacía sonreír cada noche.
Abrahel
lunes, 5 de diciembre de 2016
Esperamos demasiado de otras personas
Muchas veces esperamos demasiado de otras personas,
sólo porque nosotros estaríamos dispuestos
a hacer mucho más por ellas.
sólo porque nosotros estaríamos dispuestos
a hacer mucho más por ellas.
domingo, 4 de diciembre de 2016
sábado, 3 de diciembre de 2016
viernes, 2 de diciembre de 2016
Se fue, sin mirar atrás...
Se fue, sin mirar atrás... sin despedidas, sin dar explicaciones, sin arrepentimientos...
Dejando un corazón roto donde antes había un corazón que sólo veía a través de sus ojos.
Dejando un alma que sangra con cada letra que escribe para desahogar su dolor.
Llorando en silencio cada vez que el pensamiento la traiciona y le trae recuerdos de aquel amor... de ese amor que a él se le murió, pero que ella aún guarda en su corazón...
Pobre idiota, que aún en su desesperación, espera en su derrota, que suene para ella esa dulce vibración que significaría que él vuelve, para decirle que todo fue un error, y que vuelve a ser su amor.
Dejando un corazón roto donde antes había un corazón que sólo veía a través de sus ojos.
Dejando un alma que sangra con cada letra que escribe para desahogar su dolor.
Llorando en silencio cada vez que el pensamiento la traiciona y le trae recuerdos de aquel amor... de ese amor que a él se le murió, pero que ella aún guarda en su corazón...
Pobre idiota, que aún en su desesperación, espera en su derrota, que suene para ella esa dulce vibración que significaría que él vuelve, para decirle que todo fue un error, y que vuelve a ser su amor.
Abrahel
Suscribirse a:
Entradas (Atom)