La ciudad de San Antonio, Texas, en Estados Unidos, ha ganado fama extra por ser el escenario de un fenómeno paranormal, que a través de los años se ha convertido en una espectacular leyenda, la cual atrae a una gran cantidad de curiosos.
Se cuenta que todo comenzó a inicios de los años 40, cuando un autobús escolar se quedó atorado en las vías del tren; el chofer desalojó la unidad y pidió la ayuda de los menores, para empujar el vehículo y sacarlo de las vías; sin embargo, el tren les ganó el paso y todos murieron en el lugar del accidente.
Las vías están ubicadas al sur de la ciudad, actualmente no se usan más, pero las personas acuden ahí, para comprobar por si mismos que un grupo de niños fantasmas empujan los coches para sacarlos de las vías, evitando así que sufran el mismo accidente que a ellos les robó la vida.
Los coches tienen que ponerse en velocidad neutral, y esperar… después, los niños empujan el vehículo varios metros.
En las noches de mucho frio se pueden ver las marcas de sus manitas en los vidrios empañados, aunque algunos han comprobado que también funciona el colocar talco en la defensa del coche.
Aquellos que han corrido con mayor suerte al viajar hasta allá para experimentar este fenómeno paranormal, han escuchado voces o visto una presencia fantasmal al lado de las vías.
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