lunes, 21 de marzo de 2016

Me acabé creyendo mi propia mentira

Me acabé creyendo mi propia mentira,
un cuento de hadas
de los que nunca se olvidan.
Me acabé creyendo lo que había en mi sueño,
un caballero alado
que de mi vida era dueño.
Pero desperté de golpe y volví a ver de nuevo,
ni había cuento ni había caballero,
el cuento se ha acabado
y el caballero ha volado.
La Demonia sigue en su Infierno
rodeada de sus Guerreros,
esos que siempre la cuidan,
y no dejan que por un caballero se deprima.

Abrahel

No hay comentarios:

Publicar un comentario