Un par de chicos un poco pasados de los veinte, se divertían en una fiesta llena de hermosas jovencitas. Uno de ellos tenía que levantarse temprano al siguiente día para ir a trabajar, así que se retiró temprano, dejando al otro en la fiesta, pues este estaba más acostumbrado a trasnochar, ese era su ambiente natural y lo estaba disfrutando.
Mientras su amigo dormía plácidamente en casa, el otro muchacho se retiró de la fiesta en la madrugada, cercano a las tres de la mañana. Caminó un par de calles esperando ser alcanzado por un taxi, pero se encontró algo mejor... Una chica que estaba sentada en el banco de un parque.
El exceso de bebida en su sistema, no dejaba que el muchacho notara lo extraño de la escena, ya que la mujer lucía un hermoso vestido blanco, y accesorios de una época distante. Él solo pensaba en acercarse y conquistarla. Pero antes de llegar ante ella, la chica se puso de pie dándole la espalda y alejándose a paso lento.
Pero bien sabemos lo insistente que se torna una persona pasada de copas, por no decir terca. La siguió tan rápido como su tambaleante y ebria humanidad le permitía hasta la puerta de un campo santo y en estos terrenos no hay borrachera que dure.
El tipo se dio cuenta donde estaba y retrocedió, pero la mujer que hasta ese punto conservaba el misterio de su identidad, se dio la vuelta, mostrando dos ojos encendidos como faroles, y dijo:
¿Acaso ya no quieres acompañarme?
Y por un momento ni siquiera supo que le provocaba más terror, si esos ojos más rojos que el fuego o la sonrisa macabra que evidenciaba mil ideas de tortura.
Ahí encontraron al hombre tirado en las puertas del cementerio, inconsciente pero con los ojos abiertos, los tubo así toda la noche, estaban completamente rojos, hinchados, se dice que los habría perdido a no ser por la mujer de la limpieza que lo atendió a tiempo.
Estuvo seis meses en tratamiento psiquiátrico, donde pudo por fin revelar de a poco lo que le sucedió aquella noche, y las personas coincidieron que se había encontrado con el espectro de una mujer asesinada, que perdió sus ojos cuando el novio la golpeó y le dio muerte… Ahora ella vaga por ahí, hipnotizando a los hombres, y dañando sus globos oculares, en venganza por lo que le hicieron a ella.
Y asi, su historia se ha transformado en leyenda, la leyenda de la mujer de los ojos iluminados.
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