miércoles, 20 de septiembre de 2017

¿Qué pasa cuando una bruja pronuncia el nombre de "Jesús"?

Se ha visto que una de las obligaciones fundamentales de las brujas es la de no pronunciar el nombre de Jesús "de ninguna forma ni manera". Las veteranas cumplen con facilidad semejante requisito, pero algunas veces ocurre que las novicias pronuncian los sagrados nombres. ¿Qué pasa entonces?

He aquí una conocida tradición que nos habla de ello:


La esposa, bruja, atiende las súplicas de su marido y le conduce por los aires a una reunión de brujas. Existe el próposito de servir a todos una espléndida cena, pero no pueden preparar la comida porque la bruja que ha de llevarles la sal todavía no ha llegado. Se impone una espera insoportable y cuando el novicio está a punto de desfallecer, llega por fin la bruja.

- ¡Gracias a Dios! - exclama el hombre, palmoteando jubilosamente.

Las brujas no pudieron impedirlo. Ni siquiera la que estaba más cerca pudo taparle la boca a tiempo. Inmediatamente después de pronunciadas estas palabras, y luego de un breve terremoto, las brujas se desvanecen. El novato, amedrentado, se oculta entonces detrás de una cuba y espera a que alguien venga a sacarle de su refugio.

De la misma forma, las brujas no pueden oír pronunciar la palabra "domingo" sin montar en cólera. La explicación que se ofrece es clara: el domingo es el día consagrado por los cristianos a Nuestro Señor Jesucristo. Nombrar ese día equivale a recordarles la infinita gloria de Dios. ¿Cómo van, pues, a permanecer impasibles?


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