Si supieras cuanto te extraño,
no te quedarían dudas de cuánto significas para mí.
Si supieras cuanto anhelo escuchar tu voz,
no dudarías que me encantas.
Si supieras cuanto me imagino tu mirada,
no dudarías que eres tú de quien se trata todo esto;
pero no lo sabes,
por eso aún te quedan dudas.
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