domingo, 22 de noviembre de 2015

Envidia venenosa

“Y se dirigió de inmediato a una habitación oculta y solitaria en la cual no entraba nadie, y allí preparó una manzana extremadamente venenosa. Su piel blanca con manchas rojas era de tan hermoso aspecto que cualquiera, sólo con mirarla, hubiera sentido ganas de morderla, pero quien lo hiciera estaba condenado a morir.

(...)Entonces, su envidioso corazón se quedó tranquilo, tan tranquilo como puede quedarse un corazón envidioso.”

(Blancanieves - Jacob & Wilhelm Grimm)



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