Yo amo es tiempo presente,
yo amé es tiempo pasado,
yo amaré es tiempo futuro
y amar sin ser amado
es tiempo perdido.
BIENVENIDOS A MI MUNDO Aquí encontraréis escritos tanto míos como otros que encuentre interesantes y quiera compartir con vosotros, leyendas, frases, imágenes... Espero que os guste mi Infierno...
miércoles, 30 de noviembre de 2016
martes, 29 de noviembre de 2016
La Leyenda del hilo rojo
Cuenta una leyenda oriental que las personas destinadas a conocerse tienen un hilo rojo atado en sus dedos. Este hilo nunca desaparece y permanece constantemente atado, a pesar del tiempo y la distancia. No importa lo que tardes en conocer a esa persona, ni importa el tiempo que pases sin verla, ni siquiera importa si vives en la otra punta del mundo: el hilo se estirará hasta el infinito pero nunca se romperá.
Este hilo lleva contigo desde tu nacimiento y te acompañará, tensado en mayor o menor medida, más o menos enredado, a lo largo de toda tu vida. Así es que, el Abuelo de la Luna, cada noche sale a conocer a los recién nacidos y a atarles un hilo rojo a su dedo, un hilo que decidirá su futuro, un hilo que guiará estas almas para que nunca se pierdan…
"Hace mucho mucho tiempo, un emperador se enteró de que en una de las provincias de su reino vivía una bruja muy poderosa, quien tenía la capacidad de poder ver el hilo rojo del destino y la mandó traer ante su presencia. Cuando la bruja llegó, el emperador le ordenó que buscara el otro extremo del hilo que llevaba atado al meñique y lo llevara ante la que sería su esposa. La bruja accedió a esta petición y comenzó a seguir y seguir el hilo. Esta búsqueda los llevó hasta un mercado, en donde una pobre campesina con una bebé en los brazos ofrecía sus productos. Al llegar hasta donde estaba esta campesina, se detuvo frente a ella y la invitó a ponerse de pie. Hizo que el joven emperador se acercara y le dijo: «Aquí termina tu hilo», pero al escuchar esto el emperador enfureció, creyendo que era una burla de la bruja, empujó a la campesina que aún llevaba a su pequeña bebé en brazos y la hizo caer, haciendo que la bebé se hiciera una gran herida en la frente, ordenó a sus guardias que detuvieran a la bruja y le cortaran la cabeza.
Muchos años después, llegó el momento en que este emperador debía casarse y su corte le recomendó que lo mejor era que desposara a la hija de un general muy poderoso. Aceptó y llegó el día de la boda. Y en el momento de ver por primera vez la cara de su esposa, la cual entró al templo con un hermoso vestido y un velo que la cubría totalmente… Al levantárselo, vio que ese hermoso rostro tenía una cicatriz muy peculiar en la frente."
Esta leyenda está tan arraigada en las culturas orientales que millones de personas llevan unidas a ellas un hilo rojo verdadero. Aunque no hay claridad sobre si el origen es chino o japonés, se dice que la leyenda comenzó al conocer que la arteria ulnar conecta el dedo meñique (otras fuentes hablan del anular, lo que tiene más tradición en nuestra cultura) con el corazón, fuente de vida y eternamente concebido como el hogar del amor…
Un hilo rojo al que no podremos imponer nuestros caprichos ni nuestra ignorancia, un hilo rojo que no podremos romper ni deshilachar. Un hilo rojo directo al corazón, que conecta a los amores eternos, a los profundos, esos que simbolizan el antes y por los que no hay después. El amor de una madre, de un padre, de un hermano, de un niño, de un amigo, de un hombre o de una mujer… Un hilo rojo que simboliza el amor y el interés común… Cada uno que lo interprete como quiera pero lo que está claro es que, en ocasiones, las casualidades son tan fuertes que no dejan lugar a dudas…
Este hilo lleva contigo desde tu nacimiento y te acompañará, tensado en mayor o menor medida, más o menos enredado, a lo largo de toda tu vida. Así es que, el Abuelo de la Luna, cada noche sale a conocer a los recién nacidos y a atarles un hilo rojo a su dedo, un hilo que decidirá su futuro, un hilo que guiará estas almas para que nunca se pierdan…
La leyenda versa así:
"Hace mucho mucho tiempo, un emperador se enteró de que en una de las provincias de su reino vivía una bruja muy poderosa, quien tenía la capacidad de poder ver el hilo rojo del destino y la mandó traer ante su presencia. Cuando la bruja llegó, el emperador le ordenó que buscara el otro extremo del hilo que llevaba atado al meñique y lo llevara ante la que sería su esposa. La bruja accedió a esta petición y comenzó a seguir y seguir el hilo. Esta búsqueda los llevó hasta un mercado, en donde una pobre campesina con una bebé en los brazos ofrecía sus productos. Al llegar hasta donde estaba esta campesina, se detuvo frente a ella y la invitó a ponerse de pie. Hizo que el joven emperador se acercara y le dijo: «Aquí termina tu hilo», pero al escuchar esto el emperador enfureció, creyendo que era una burla de la bruja, empujó a la campesina que aún llevaba a su pequeña bebé en brazos y la hizo caer, haciendo que la bebé se hiciera una gran herida en la frente, ordenó a sus guardias que detuvieran a la bruja y le cortaran la cabeza.
Muchos años después, llegó el momento en que este emperador debía casarse y su corte le recomendó que lo mejor era que desposara a la hija de un general muy poderoso. Aceptó y llegó el día de la boda. Y en el momento de ver por primera vez la cara de su esposa, la cual entró al templo con un hermoso vestido y un velo que la cubría totalmente… Al levantárselo, vio que ese hermoso rostro tenía una cicatriz muy peculiar en la frente."
Esta leyenda está tan arraigada en las culturas orientales que millones de personas llevan unidas a ellas un hilo rojo verdadero. Aunque no hay claridad sobre si el origen es chino o japonés, se dice que la leyenda comenzó al conocer que la arteria ulnar conecta el dedo meñique (otras fuentes hablan del anular, lo que tiene más tradición en nuestra cultura) con el corazón, fuente de vida y eternamente concebido como el hogar del amor…
Un hilo rojo al que no podremos imponer nuestros caprichos ni nuestra ignorancia, un hilo rojo que no podremos romper ni deshilachar. Un hilo rojo directo al corazón, que conecta a los amores eternos, a los profundos, esos que simbolizan el antes y por los que no hay después. El amor de una madre, de un padre, de un hermano, de un niño, de un amigo, de un hombre o de una mujer… Un hilo rojo que simboliza el amor y el interés común… Cada uno que lo interprete como quiera pero lo que está claro es que, en ocasiones, las casualidades son tan fuertes que no dejan lugar a dudas…
Almas gemelas se llaman, corazones entrelazados con una o varias eternidades por vivir…
lunes, 28 de noviembre de 2016
sábado, 26 de noviembre de 2016
miércoles, 23 de noviembre de 2016
Ella era así
Un día ella prefería el té caliente,
otros días prefería el café helado.
Un día ella decía que el amor era hermoso,
otros días decía que
enamorarse era lo más espantoso.
Un día ella era toda una mujer seria,
otros días era la mujer más risueña.
Un día ella prefería el color rosa,
otros días amaba el color negro.
Ella era así...
Una chica tan radical,
una mujer difícil de cambiar.
otros días prefería el café helado.
Un día ella decía que el amor era hermoso,
otros días decía que
enamorarse era lo más espantoso.
Un día ella era toda una mujer seria,
otros días era la mujer más risueña.
Un día ella prefería el color rosa,
otros días amaba el color negro.
Ella era así...
Una chica tan radical,
una mujer difícil de cambiar.
martes, 22 de noviembre de 2016
lunes, 21 de noviembre de 2016
Jugando contra un rey
A veces si, a veces no,
unas veces tan cerca
y otras veces tan lejos.
Maldición o bendición,
locura y perdición...
La primera en mover ficha
siempre soy yo.
Estoy jugando contra un rey
pero en el tablero me siento un simple peón.
Siempre pendiente al teléfono,
siempre mirando el reloj,
contando que pasen las horas,
pero...
¿es recíproco, o sólo lo hago yo?
unas veces tan cerca
y otras veces tan lejos.
Maldición o bendición,
locura y perdición...
La primera en mover ficha
siempre soy yo.
Estoy jugando contra un rey
pero en el tablero me siento un simple peón.
Siempre pendiente al teléfono,
siempre mirando el reloj,
contando que pasen las horas,
pero...
¿es recíproco, o sólo lo hago yo?
Abrahel
domingo, 20 de noviembre de 2016
El amor de un animal
Hay algo en el generoso y abnegado amor de un animal que llega
directamente al corazón de aquel que con frecuencia ha probado la falsa
amistad y la frágil fidelidad del hombre.
viernes, 18 de noviembre de 2016
Leyenda de La dama del Palacio de los Vélez
Detrás de la catedral de Jaén, entre las calles Valparaíso y Almenas, se encuentra lo que queda del palacio de los Vélez, muy remodelado como Colegio de Arquitectos.
Habitaba en este palacio una muy ilustre y adinerada familia de Jaén. Se dice que esta familia vivía entre grandes lujos, con una profusa decoración en todo el palacio que demostraba el elevado poder económico del linaje que en él residía. Tenía esta familia una hermosa hija, de bellísimos ojos claros, pelo rubio y blanca piel. Reunía las mejores virtudes que pudiera ostentar una doncella casadera de la aristocracia del momento, pues era culta, bondadosa, prudente, comedida y cándida, además de caritativa en extremo con los más desfavorecidos; esta joven dama acostumbraba a tratar a todo el mundo como a iguales, sin darle importancia a su clase social, y hablaba con gran modestia, a pesar de su elevada posición, con doncellas, labriegos o pedigüeños, a los que nunca negaba una limosna y gustaba ayudar en lo que podía. El padre de la bella ostentaba de su hija aún más que de las inmensas riquezas que en tan gran número poseía. La madre hacía gala de las virtudes de su hija ante todas las damas aristocráticas de la ciudad, mostrándola, cuando paseaban juntas, como el más valioso de los tesoros que había en su casa.
Todos los más ricos y apuestos galanes de la ciudad la observaban intensamente cuando paseaba con su madre por la plaza de Santa María o simplemente dando un paseo por cualquiera de las calles o plazuelas cercanas a su palacio. Muchos fueron los pretendientes de la aristocracia jiennense que aspiraron a obtener su mano. Incluso se cuenta que numerosos fueron los nobles de otras ciudades que pretendieron casamiento con ella. Un día, la hermosa dama, con su habitual sencillez, entró en una extensa conversación con un joven plebeyo, posiblemente un subordinado de la casa. La muchacha entabló una gran amistad con él, encontrando en el humilde joven una serie de grandes virtudes que no había conocido antes en los grandes nobles con los que habitualmente se relacionaba, con lo que la chispa del amor hizo mella en el corazón de ambos jóvenes. Unidos por el más secreto de los amores, disfrutaron durante un tiempo el uno del otro, hasta que llegó el momento fatídico.
Un día, el orgulloso padre de la dama descubrió esta relación amorosa, que para él era una verdadera humillación y vergüenza, al igual que para la madre. Entonces los padres le exigieron que cesara la relación con ese muchacho de inferior condición social, pero ellos a escondidas siguieron viéndose. Enseguida el padre pensó en aplicar una drástica solución: encerrar a su hija en la alcoba más alta de una torre que en aquel entonces tenía el palacio de los Vélez, pero no pensó en un encierro temporal o llevadero, sino en emparedarla. Se dice que tapió incluso la ventana, dejando un pequeño orificio por el que apenas entraba el aire a la habitación. Desde entonces, dicen que la dejaron encerrada e incomunicada, para que nadie supiera de la grave afrenta que, según sus padres, había hecho su hija a su noble casa. El joven enamorado, transido de dolor, acudía todas las noches al pie de la torre donde estaba encerrada la dama, y ella, a través del pequeño orificio que tenía en la pared de su prisión, le lanzaba a la calle mensajes de amor escritos en las hojas que arrancaba de un libro de oraciones, único bien que sus padres le dejaron, escribiendo con una astilla de madera, de la ventana tapiada, con la que se pinchaba un dedo o la muñeca para utilizar su propia sangre como tinta.
Cuentan que posiblemente murió encerrada y olvidada por todos, en aquella oscura y triste torre, de hambre, desangrada o quizás de tristeza. Y una vez que murió, el fantasma de la hermosa joven rubia pasea su tristeza por las salas del palacio de los Vélez, quizás deseando encontrar al joven enamorado, al que nunca ha podido olvidar a pesar de los siglos transcurridos.
La presencia fantasmal es un tema que se lleva entre los empleados del Colegio de Arquitectos con cierta normalidad pero con mucha discreción.
De esta casona palaciega del siglo XVII se cuenta la siguiente leyenda:
Habitaba en este palacio una muy ilustre y adinerada familia de Jaén. Se dice que esta familia vivía entre grandes lujos, con una profusa decoración en todo el palacio que demostraba el elevado poder económico del linaje que en él residía. Tenía esta familia una hermosa hija, de bellísimos ojos claros, pelo rubio y blanca piel. Reunía las mejores virtudes que pudiera ostentar una doncella casadera de la aristocracia del momento, pues era culta, bondadosa, prudente, comedida y cándida, además de caritativa en extremo con los más desfavorecidos; esta joven dama acostumbraba a tratar a todo el mundo como a iguales, sin darle importancia a su clase social, y hablaba con gran modestia, a pesar de su elevada posición, con doncellas, labriegos o pedigüeños, a los que nunca negaba una limosna y gustaba ayudar en lo que podía. El padre de la bella ostentaba de su hija aún más que de las inmensas riquezas que en tan gran número poseía. La madre hacía gala de las virtudes de su hija ante todas las damas aristocráticas de la ciudad, mostrándola, cuando paseaban juntas, como el más valioso de los tesoros que había en su casa.
Todos los más ricos y apuestos galanes de la ciudad la observaban intensamente cuando paseaba con su madre por la plaza de Santa María o simplemente dando un paseo por cualquiera de las calles o plazuelas cercanas a su palacio. Muchos fueron los pretendientes de la aristocracia jiennense que aspiraron a obtener su mano. Incluso se cuenta que numerosos fueron los nobles de otras ciudades que pretendieron casamiento con ella. Un día, la hermosa dama, con su habitual sencillez, entró en una extensa conversación con un joven plebeyo, posiblemente un subordinado de la casa. La muchacha entabló una gran amistad con él, encontrando en el humilde joven una serie de grandes virtudes que no había conocido antes en los grandes nobles con los que habitualmente se relacionaba, con lo que la chispa del amor hizo mella en el corazón de ambos jóvenes. Unidos por el más secreto de los amores, disfrutaron durante un tiempo el uno del otro, hasta que llegó el momento fatídico.
Un día, el orgulloso padre de la dama descubrió esta relación amorosa, que para él era una verdadera humillación y vergüenza, al igual que para la madre. Entonces los padres le exigieron que cesara la relación con ese muchacho de inferior condición social, pero ellos a escondidas siguieron viéndose. Enseguida el padre pensó en aplicar una drástica solución: encerrar a su hija en la alcoba más alta de una torre que en aquel entonces tenía el palacio de los Vélez, pero no pensó en un encierro temporal o llevadero, sino en emparedarla. Se dice que tapió incluso la ventana, dejando un pequeño orificio por el que apenas entraba el aire a la habitación. Desde entonces, dicen que la dejaron encerrada e incomunicada, para que nadie supiera de la grave afrenta que, según sus padres, había hecho su hija a su noble casa. El joven enamorado, transido de dolor, acudía todas las noches al pie de la torre donde estaba encerrada la dama, y ella, a través del pequeño orificio que tenía en la pared de su prisión, le lanzaba a la calle mensajes de amor escritos en las hojas que arrancaba de un libro de oraciones, único bien que sus padres le dejaron, escribiendo con una astilla de madera, de la ventana tapiada, con la que se pinchaba un dedo o la muñeca para utilizar su propia sangre como tinta.
Cuentan que posiblemente murió encerrada y olvidada por todos, en aquella oscura y triste torre, de hambre, desangrada o quizás de tristeza. Y una vez que murió, el fantasma de la hermosa joven rubia pasea su tristeza por las salas del palacio de los Vélez, quizás deseando encontrar al joven enamorado, al que nunca ha podido olvidar a pesar de los siglos transcurridos.
La presencia fantasmal es un tema que se lleva entre los empleados del Colegio de Arquitectos con cierta normalidad pero con mucha discreción.
miércoles, 16 de noviembre de 2016
Olvido
No nos conocimos ni tan bien.
Ni tu supiste que me tentaste el corazón,
ni yo me di cuenta que nunca te enteraste.
En ese transcurso no sabía que tú me olvidabas,
mientras yo te extrañaba.
Nos conocimos tan poquito que mientras yo te amaba,
tú no me necesitabas.
Nunca nos entendimos;
pues para ti todo eran simples palabras,
y lo mío era algo de mi alma.
Quizá coincidimos en algo,
en el olvido,
yo trato de hacerlo,
y tú ya me olvidaste.
martes, 15 de noviembre de 2016
Naciste para ser feliz, no perfecta
Tienes derecho a cometer errores,
si los demás no saben aceptar
tus imperfecciones es su problema;
Naciste para ser feliz, no perfecta.
si los demás no saben aceptar
tus imperfecciones es su problema;
Naciste para ser feliz, no perfecta.
lunes, 14 de noviembre de 2016
domingo, 13 de noviembre de 2016
sábado, 12 de noviembre de 2016
Olvidaste que yo soy la Reina...
Olvídate de buscarme
cuando te canses del bufón del Reino.
Yo no olvido y tú
olvidaste que yo soy la Reina...
cuando te canses del bufón del Reino.
Yo no olvido y tú
olvidaste que yo soy la Reina...
Abrahel
viernes, 11 de noviembre de 2016
jueves, 10 de noviembre de 2016
Leyenda negra de Zugarramurdi
La población de Zugarramurdi (comarca navarra de Xareta. España), tiene una maravillosa vista, formada por un magnífico paisaje de pinos y castaños, además cuenta con una imponente cueva esculpida por el agua. Pero no son estos detalles el motivo de su fama; se la debe más bien a una terrible desgracia sucedida en el siglo XVII, cuando alrededor de cincuenta habitantes fueron acusados de practicar la brujería y recibieron condena por parte de la inquisición. Este único acto, causó tal revuelo en Europa, que el sitio fue marcado como un pueblo de brujas, equivalente a Salem.
Se dice que la palabra “akelarre” (usada para nombrar las reuniones de brujas) proviene de aquí, ya que en euskera significa: prado del macho cabrio, y a su vez el vocablo se usaba para identificar una pradera al lado de las cuevas de Zugarramurdi donde las brujas celebraban sus reuniones. El sitio fue elegido porque según cuenta la leyenda, ahí pastaba un macho cabrío que se transformaba en persona durante la reunión de las brujas. En pocas palabras, El Diablo, de ahí que posteriormente Zugarramurdi recibiera también el sobrenombre de La Catedral del Diablo.
El terrible hecho ocurrió en 1609, en Logroño. Un auto de fe a cargo de la Inquisición Española, en el que se juzgaron 53 personas: 21 quedaron en libertad, 21 fueron acusadas de delitos menores y al resto se condenó a morir en la hoguera.
Once supuestas brujas ardieron en la plaza mayor, cinco de ellas solo simbólicamente, ya que habían muerto durante su encierro, unas victimas de crueles torturas y otras que se quitaron la vida para no sufrirlas. Además de esto, la iglesia instaló 10 cruces para proteger al pueblo y resguardarlo del mal.
Se dijeron tantas cosas que el juico duró desde el amanecer hasta la llegada de la noche, cada relato era más horrible y espantoso que el anterior, se basaban en supersticiones y envidias, porque más tarde se comprobó que no había brujas, solo algunas curanderas y mujeres poco apreciadas por su entorno.
A pesar de esta aclaración, la leyenda negra de Zugarramurdi sigue presente en la mente de muchos.
Se dice que la palabra “akelarre” (usada para nombrar las reuniones de brujas) proviene de aquí, ya que en euskera significa: prado del macho cabrio, y a su vez el vocablo se usaba para identificar una pradera al lado de las cuevas de Zugarramurdi donde las brujas celebraban sus reuniones. El sitio fue elegido porque según cuenta la leyenda, ahí pastaba un macho cabrío que se transformaba en persona durante la reunión de las brujas. En pocas palabras, El Diablo, de ahí que posteriormente Zugarramurdi recibiera también el sobrenombre de La Catedral del Diablo.
El terrible hecho ocurrió en 1609, en Logroño. Un auto de fe a cargo de la Inquisición Española, en el que se juzgaron 53 personas: 21 quedaron en libertad, 21 fueron acusadas de delitos menores y al resto se condenó a morir en la hoguera.
Once supuestas brujas ardieron en la plaza mayor, cinco de ellas solo simbólicamente, ya que habían muerto durante su encierro, unas victimas de crueles torturas y otras que se quitaron la vida para no sufrirlas. Además de esto, la iglesia instaló 10 cruces para proteger al pueblo y resguardarlo del mal.
Se dijeron tantas cosas que el juico duró desde el amanecer hasta la llegada de la noche, cada relato era más horrible y espantoso que el anterior, se basaban en supersticiones y envidias, porque más tarde se comprobó que no había brujas, solo algunas curanderas y mujeres poco apreciadas por su entorno.
A pesar de esta aclaración, la leyenda negra de Zugarramurdi sigue presente en la mente de muchos.
miércoles, 9 de noviembre de 2016
Hoy te bajé la Luna
Hoy te bajé la Luna
y la traje para ti,
tonta de mí...
no recordé que ya no estás aquí.
¿Qué hago ahora con la Luna?
¿La dejo ir?
¿O llegará alguien que la quiera y la cuide por ti?
y la traje para ti,
tonta de mí...
no recordé que ya no estás aquí.
¿Qué hago ahora con la Luna?
¿La dejo ir?
¿O llegará alguien que la quiera y la cuide por ti?
martes, 8 de noviembre de 2016
La noche llega otra vez
Prepárate de nuevo mi Reina,
la noche llega otra vez,
llegan de nuevo las pesadillas,
de viejo temores y ahora nuevos también...
Ya no sirve aferrarse a un corazón de algodón,
la noche cada vez se hace más larga,
das vueltas y vueltas mirando el reloj,
esperando el día que puedas dormir,
que el corazón sea reemplazado por esa ilusión
que llegue a tu vida y se quede
que para siempre ahuyente tus miedos,
un amor solo tuyo,
un amor que llegó y se quedó en tu corazón.
la noche llega otra vez,
llegan de nuevo las pesadillas,
de viejo temores y ahora nuevos también...
Ya no sirve aferrarse a un corazón de algodón,
la noche cada vez se hace más larga,
das vueltas y vueltas mirando el reloj,
esperando el día que puedas dormir,
que el corazón sea reemplazado por esa ilusión
que llegue a tu vida y se quede
que para siempre ahuyente tus miedos,
un amor solo tuyo,
un amor que llegó y se quedó en tu corazón.
Abrahel
domingo, 6 de noviembre de 2016
jueves, 3 de noviembre de 2016
miércoles, 2 de noviembre de 2016
Mataste mi amor
Pensaba que sin ti me moriría,
pero descubrí que vivo mejor sin ti...
Mataste mi amor,
mi rosa negra se volvió roja
y descubrí que así vivo mejor...
pero descubrí que vivo mejor sin ti...
Mataste mi amor,
mi rosa negra se volvió roja
y descubrí que así vivo mejor...
Abrahel
Suscribirse a:
Entradas (Atom)