Un alma en pena

Te fuiste dejando un alma en pena
vagando por los pasillos de mi casa,
un fantasma que de la vida,
sin ti, no quiere saber nada.

Abrahel

Tu piel contra mi piel

En mi eterna locura,
tú eres mi calma, tú eres mi cura,
no hay camisa de fuerza que me pueda retener,
tan solo tus brazos rodeándome,
tu piel contra mi piel.

Abrahel

Tendré que volver a aprender...

Me di cuenta
de que él puede vivir sin mi,
de que soy yo
la que no sé vivir sin él.
Tendré que volver a aprender...

Abrahel

Tú eres mi rosa negra

Tú eres mi rosa negra,
pero también sus espinas.
¿Podré algún día disfrutar de tu aroma
sin hacerme una herida?

Abrahel

No necesité...

No necesité que te fueras para saber que te quería,
pero necesité que volvieras para volver a vivir...

Abrahel

Ironía de la vida

Una gran ironía de la vida,
es que me hayas querido proteger de todos,
y hayas sido tú el que acabe haciéndome daño...

Abrahel

Él no debía ver...

No le costó mucho, sabía lo que tenía que hacer y como lo tenía que hacer... Porque en el fondo lo conocía, claro que lo conocía...

Consiguió que él no viera la tristeza que se escondía detrás de esos grandes ojos, ocultándola como sólo una mujer lo sabe hacer, a base de fiereza y de armas de mujer.

Tampoco él veía el dolor detrás de su sonrisa, ni que sus risas no eran como las de ayer... Ella supo esconder ese dolor detrás de anécdotas tontas, de falsas ilusiones de otro amor, de ilusiones de otro querer...
 
No, él no supo ver, que ella porque él no se enterara de que sufría, era capaz de transformarse en otra, de ser aquella idiota, que en silencio lo quería, pero que él no debía ver...

Abrahel

Te digo...

"Te digo adiós, pero por dentro te grito que no te vayas.
Te digo que no quiero saber más de ti, pero a cualquiera le pregunto que ha sido de tu vida.
Te digo que ya no quiero verte y aún así te busco en todos lados.
Te digo que no me llames y la única llamada que espero es la tuya..."

Que mi corazón ya no sienta más

Cansada de mentirme
me marcho a buscar,
un tiempo para mi,
un remanso de paz.
Cansada de falsas ilusiones,
necesito descansar,
encontrarme a mi misma
y de ti poderme olvidar.
Volverme a blindar por dentro,
que mi corazón ya no sienta más,
que cuando vuelva yo sea de acero
y la vida no me pueda volver a golpear.

Abrahel

 

 

Volviendo a ser Demonia fiera

Sentada aquí en mi trono,
viendo el tiempo pasar,
contemplando mi infinito Reino,
al que tuve que regresar.
Volviendo a ser Demonia fiera,
matando lo que aún no había podido matar,
afilándome las garras después de la herida...
Me arranqué el corazón y el alma,
mi vida puede continuar...

Abrahel

Los ojos no eran los únicos que estaban ciegos

Creo que desde el primer momento,
puede que desde que empezamos a conocernos,
no sé en qué tiempo o en qué lugar,
quiso la vida que empezara este sentimiento.
Mis ojos estaban ciegos,
pero mi corazón veía
lo que no podían ver ellos,
no lo podía creer,
volvía a latir de nuevo.
Un corazón que late pero
que no tiene compañero,
lo dejaron queriendo solo,
los ojos no eran los únicos que estaban ciegos.

Abrahel

No te lo mereces, pero aquí lo tienes...

Te voy a dedicar un escrito aunque, realmente no te lo mereces... Porque mis escritos sólo los dedico a gente importante... Pero bueno, haré una excepción...

Porque eres alquien que tuvo a una persona a su lado que no supo valorar, que no supo darle el sitio que merecía en su vida, y que quiso cambiar...

Tú no mereces a nadie en tu vida que te quiera, y mucho menos te merecías a esa persona... ¡¡Que te aceptó incluso con premio!! Jajajaja

En definitiva, realmente lo que te mereces es estar como estás... Porque esa persona si va a encontrar a alguien que llene su vida y sea su luz en su oscuridad, la alegría en su tristeza y quien ilumine su alma...

Mientras, tú sigue buscando rescoldos de cariño y sigue intentando que te quiera quién solo te ve como algo con lo que entretenerse...

Porque es lo que tienes y es lo que te mereces...

Abrahel

Los demonios me enseñaron la realidad

Fueron los ángeles quienes me enseñaron a soñar,

pero los demonios me enseñaron la realidad.

Mi alma

Mi alma ese día se había partido en miles de pedazos.
Como tantas otras veces pero esta vez
ni siquiera supe diferenciar el ruido que hacían cada una de sus piezas al caer al suelo frío.
Contra el enorme silencio de mi corazón indiferente.

Fallen