A veces siento tu dolor como si fuera mio, y en esos momentos me duele el alma.
Siento que el corazón se me rompe en pedazos por no poder estar a tu
lado, y una lágrima resbala por mi mejilla sin poder evitarlo...
Siento una opresión en el pecho, algo que me indica que mi corazón sigue
vivo, que sigue sintiendo, que sigue latiendo y que es capaz de sentir.
Y desde lejos, a través del tiempo y la distancia, me hago fuerte e intento hacerte sonreir...
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